lunes, 8 de abril de 2013

¡Pasen y vean!

La democracia española es una pantomima, una forma de institucionalizar la corrupción. El nepotismo, el cohecho y la prevaricación están a la orden del día, tanto que la mayoría de la gente que entra en política lo hace para hacer de ella su modus vivendi. Con ese status quo es más fácil vivir debajo de las alas de una inútil monarquía que dé ejemplo,... y vaya si lo da, pero ejemplo de hasta donde se puede abusar de la inmunidad que le brinda la Constitución.


jueves, 28 de marzo de 2013

Show must go on


Un año más, y ya van un puñado, escucho y leo lamentaciones por haber tenido que cancelar el desfile procesional de las hermandades de Semana Santa. No voy a arrimarme mucho al eterno debate folklore-religión, pues la fe es de cada uno, y el cachondeo es de casi todos, sino que elevaré una reflexión que creo que muchos comparten.

Marzo y abril son meses en los que a la climatología, especialmente aquí en el sur, le entra una cuca peor que a los equinos y lo mismo nos helamos, que nos empapamos que nos freímos. Pero de eso parece que no se enteran quienes organizan todo este cotarro, y que si de una empresa se tratase tendrían un pie y medio fuera por malos gestores.

Se argumentan las cancelaciones con el previsible daño que las imágenes que van a procesionar sufrirían con la lluvia, y que ciertamente sería un "crimen", por tratarse mayoritariamente de joyas barrocas insustituibles. Pero esa condición de insustituible no debe llevarse tampoco al extremo histérico, y ejemplos tenemos algunos.

Vamos allá. En Santillana del Mar y para evitar el deterioro de las pinturas del paleolítico halladas en Altamira, se ha construido una réplica de la cueva original, y es la que en la actualidad se visita. Los valencianos podrán contemplar en estos días una copia de la Síndone (Sábana Santa) y del Santo Cáliz, y dudo que haya muchos detractores. Del mismo modo, más de un museo ha expuesto réplicas de grandes obras artísticas mientras las originales eran restauradas, sin que ello supusiera un drama.

Antes dije que no entraría en el debate, pero sí hay que reconocer que, con independencia de una manifestación de contenido religioso, la Semana Santa se ha erigido en una de las épocas vacacionales por excelencia, y en un acontecimiento de un alto contenido económico. Túnicas, capirotes, flores, cirios,... suben la factura cofrade a un dineral, y esa inversión no tiene un retorno económico, sino social. Suspendiendo los desfiles ni siquiera hay retorno, y se convierte en un despilfarro empapado con las lágrimas de los que sólo alcanzan a decir "el año que viene será". No se sienten mucho mejor los que han preparado las patatas fritas, arropías, pelotas, martillitos de caramelo y demás baratijas que últimamente preceden al cortejo. Y ni que hablar de bares y puestos callejeros.




Digo yo,... ¿tan difícil sería sustituir las esculturas originales con una réplica de poliéster?¿tan obcecados son quienes se niegan a hacerlo olvidando que lo importante no es lo que son sino lo que representan?. Es curioso, porque la Iglesia sí que ha recurrido a la réplica y al facsímil para preservar sus tesoros.¿Porqué no han de hacerlo las hermandades?.

La parte de espectáculo que esta celebración contiene no debe seguir siendo despreciada, sólo los ultraortodoxos lo harían, pero no son estos los que han llevado la Semana Santa a lo que es. Si hacen cruces de porexpan y capirotes de PVC aligerado,... ¿tan malo sería tener un "muleto" para las carreras en lluvia?. En la fórmula uno, si llueve, se ponen otras gomas y a tirar. En las carreras de galgos hace décadas que la liebre es de peluche. ¿Y eso desmerece el espectáculo o reduce el apasionamiento?.


Los dirigentes de hermandades deberían hacérselo mirar. The show must go on.